Oso Azúl es un viaje introspectivo donde el deseo es la constante. Este unipersonal aborda a un soñador que anhela otro cuerpo, otros ojos, otra piel, en la búsqueda de sí mismo a través del otro se enfrentará a sus miedos, sus tristezas e inseguridades que serán encarnadas en el Oso Azúl, el monstruo del deseo.
Esta pieza de danza-teatro muestra el proceso de transmutación del dolor hacia la paz interior. La obra resalta la importancia de la salud mental y el amor propio, y como es vital aprender a lidiar con emociones como el miedo, la tristeza, la ira, que generalmente son vistas como negativas para poder abrazarlas y convertirlas en aliadas.